Dependiendo
de las estructuras afectadas por el cáncer y si hay metástasis, se
suele clasificar el dolor en tres tipos:
- Dolor somático: se produce a nivel de la piel, el músculo o el hueso y es fácilmente reconocible por el paciente. Por ejemplo, un sarcoma óseo.
- Dolor visceral: es un dolor más difuso y profundo, a nivel de los tejidos y órganos internos. Por ejemplo el cáncer de páncreas.
- Dolor neuropático: es un dolor agudo. Se da cuando el cáncer afecta a estructuras del sistema nervioso. Por ejemplo el dolor ciático o el dolor fantasma.
- Dolor mixto: si coinciden más de un tipo de dolor de los anteriormente dichos.