El linfoma no se puede detectar generalmente en sus etapas tempranas, aunque sí sus síntomas, como es el agrandamiento de los ganglios linfáticos. Sin embargo, este agrandamiento puede ser debido a cualquier infección, como por ejemplo cuando tenemos un simple catarro o inflamación de la garganta que se hinchan los ganglios del cuello. Para tener la certeza de que estamos ante un linfoma se pueden realizar varias pruebas como:
- Exploración física: ganglios de cuello, ingle y axilas inflamados o hígado y bazo inflamados.
- Biopsia de un ganglio linfático o de médula ósea.
- Pruebas de imagen como TAC, MRI o PET.
- Evaluación del corazón y pruebas funcionales de los pulmones.
- Análisis de sangre.
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