Para el diagnóstico del cáncer de piel de tipo melanoma, los especialistas comienzan por revisar la historia clínica del paciente en busca de antecedentes. Se suelen acudir al médico cuando se presentan los primeros síntomas, por lo que se realiza un examen físico para observar tamaño, forma, color...
Otros medios de diagnóstico son la biopsia de piel por raspado o punción, biopsia del melanoma, la cual se puede realizar en los ganglios linfáticos, ya que puede que el melanoma se haya extendido a ellos y a muchas otras zonas siendo aún muy pequeño en la piel. También mediante estudios por imágenes, como la radiografía de tórax para ver si llegó a los pulmones, tomografía computerizada, que también puede ayudar a guiar una biopsia, o mediante resonancia magnética.
Estas últimas proporciona imágenes del tejido blando, y ayudan a examinar también el cerebro y la médula.
Por último, se puede realizar un análisis de sangre para determinar la propagación del melanoma, ya que se miden los niveles de la lactato deshidrogenasa en sangre, y, si son elevados, quiere decir que el melanoma se propagó a diferentes partes del cuerpo.
Para más información visite este enlace,