El
tratamiento va a depender en gran medida del lugar del cuerpo en el
que este se encuentre, el grado de diseminación, si ha alcanzado los
ganglios linfáticos, la velocidad de propagación, estadío, la
presencia de ciertas mutaciones (gen BRAF), la edad, grosor del
tumor, etc.
Las
opciones de tratamiento que se suelen emplear son la cirugía para
melanomas pequeños y localizados con estudio histológico (cirugía de Mohs) y después otros como quimioterapia con interferon alfa2b o
dacarbazina para metástasis, radioterapia, terapia dirigida e
inmunoterapia para fases del cáncer más avanzadas.
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