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sábado, 20 de octubre de 2018

Tratamiento del cáncer de mama




Generalmente, como todos los tipos de cáncer, el tratamiento que se vaya a suministrar depende de las características del propio cáncer, el grado de desarrollo que éste tiene y, por supuesto, la libre elección del paciente. Como siempre, una detección temprana es esencial en la recuperación del paciente.

Podríamos dividir los tratamientos en locales, que se dirigen más directamente a la zona tumoral, si el cáncer esta más localizado, y sistémicos, que son tratamientos que se aplican a todo el organismo.

Entre los tratamientos locales lo más común es una cirugía del cáncer de mama. Se puede extirpar el tumor y conservar la mama, o realizar una mastectomía, que consistiría en extraer la mama entera. A pesar de las actuales creencias acerca de la mastectomía, no está demostrado que mejore la tasa de supervivencia de la cirugía con conservación de mama.

En la mayoría de los casos esta cirugía se suele combinar con radioterapia. Ésta puede aplicarse de dos formas: externamente o internamente (también llamada braquiterapia). En la radiación externa, la extensión a radiar dependerá de si está afectada la mama entera o una porción, si se ha extendido a los ganglios linfáticos o a todo el organismo. Normalmente se suele tatuar un punto en la piel de la paciente sobre el cual se concentrará la radiación La sesión es corta, no más de cinco minutos.

Por otra parte, hablábamos de los tratamientos sistémicos. Uno de los más empleados es la quimioterapia, la cual consiste en administrar, tanto por vía oral como intravenosa, una combinación de medicamentos que atacan a todas las células cancerosas del organismo al transportarse por el torrente sanguíneo. La quimioterapia se puede administrar antes o después de la operación.

Dentro de estos tratamientos sistémicos se puede mencionar también la terapia hormonal, característica de determinados tipos de cáncer de mama. Básicamente, en estos casos, el cáncer crece por la acción del estrógeno. Entonces el tratamiento consiste en utilizar medicamentos que disminuyan los niveles de estrógeno o que evitan la unión del estrógeno a los receptores de las células cancerosas.

En otros tipos de cánceres como el de HER2 positivo y el del gen BRCA mutado se utiliza lo que se conoce como terapia dirigida. En este caso se emplean medicamentos que inhiben las proteínas especificas alteradas en cada caso.

Lógicamente los tratamientos más agresivos se corresponderán con una mayor gravedad y extensión del cáncer, y los menos invasivos en los casos de detección temprana y localización menor.

Todos estos tratamientos producen diversos efectos secundarios no deseados que van desde náuseas y vómitos a daños cardíacos o nerviosos. Por todo ello es muy necesario el apoyo incondicional al paciente antes, durante y después del proceso. Así como tener en cuenta la ayuda de un psicólogo o plantearse una posterior reconstrucción de mama.

Para más información podéis consultar la siguiente página o llamar al teléfono de información de la AECC que es el siguiente: 900 100 036.