En
este tipo de cáncer es posible una detección temprana. Aparte del
estudio de antecedentes, síntomas y factores de riesgo, se puede
realizar un primer diagnóstico a través del análisis del Antígeno
Prostático Específico (APE). La APE es una serina proteasa segregada
por las células epiteliales del tejido prostático que se encuentra
en niveles anormales cuando la próstata está inflamada o existe una
actividad anormal de la misma, debida a, por ejemplo un cáncer.
También se pueden realizar pruebas de biomarcadores, como la de
4kscore, o el Índice de Salud Prostática. Otra opción es el tacto
rectal, aunque requiere cierta experiencia por parte del especialista
y no es del todo fiable. Todas estas pruebas de detección temprana
pueden arrojar resultados que nos hagan sospechar de la existencia
del cáncer. Sin embargo, no son determinantes de cáncer al 100%.
Para confirmar este diagnóstico inicial es necesario realizar otras
pruebas como el análisis de orina del gen 3 de cáncer de próstata,
especifico del cáncer de próstata, o una ecografía transrectal con
biopsia.
Por
otra parte, para determinar si existe diseminación de células
cancerosas se emplean otras técnicas de imagen como la gammagrafíaósea, el TAC, PET o MRI.
Para clasificar los estadíos del cáncer se suele utilizar la puntuación de Gleason, que va del 1 al 10 en función de las probabilidades de propagación.
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